viernes, 5 de febrero de 2016

KINDERGARDEN / TAKAHARU TEZUKA / TOKIO

La plataforma del techo de forma ovalada de este divertido  jardín de infantes de Tokio  permite a los niños jugar y correr interminables vueltas a su alrededor, una característica que le acaba de otorgar el Premio Internacional Moriyama RAIC 2017.
Completado por  Tezuka Architects  hace 10 años, Fuji Kindergarten está ubicado en el suburbio de Tachikawa de la ciudad. Tiene capacidad para 600 niños de entre dos y seis años.
Jardín de infancia Fuji por Tezuka Architects
La escuela sigue el Método Montessori, un enfoque educativo en el que los niños tienen libertad para moverse por el aula y aprender mediante el descubrimiento.
En lugar de imponer límites físicos a los niños, el arquitecto Takaharu Tezuka , con sede en Tokio , diseñó el jardín de infancia como un espacio continuo que permite el aprendizaje y el juego sin restricciones.


Él llama a su concepto el "futuro nostálgico", donde analiza la forma en que los niños elegirían naturalmente jugar sin dispositivos ni pantallas, y luego lo facilita con diseños futuristas.
El proyecto ha sido galardonado con  el Premio Internacional Moriyama RAIC de este año , que reconoce una obra de arquitectura considerada "transformadora dentro de su contexto social".

Jardín de infancia Fuji por Tezuka Architects

No hay ningún equipo de juego instalado, sino que la arquitectura misma funciona como un parque infantil gigante. A los niños se les permite moverse libremente, caerse y mojarse dentro de un ambiente seguro.
"Debido a que el edificio es un anillo, se miran entre sí", le dijo Tezuka a Dezeen. "No hay sensación de término medio. Los niños aprenden a ser justos con todos, aprenden a ser parte de un buen grupo".


El área del techo también funciona como área de juegos y pista para correr, brindando a los estudiantes un círculo interminable para perseguirse unos a otros. La plataforma se construyó alrededor de los árboles zelkova existentes, con redes colocadas alrededor de la base para permitir trepar fácilmente.
Cuando los niños comenzaron a interactuar en el edificio, fue un momento emotivo.


"Fue simple, simplemente comenzaron a correr", dijo Tezuka. "Superó nuestras expectativas". Estaba sentado con el director y todos lloraban. Fue increíble, una reacción instantánea".
Los pasamanos alrededor del borde actúan como barrera de seguridad y permiten convertir el patio interior en una arena. Las barandillas están lo suficientemente juntas para que los niños no se queden atascados en la cabeza, pero les permiten sentarse con las piernas colgando.

La altura del tejado es de sólo 2,1 metros, lo que permite una estrecha conexión entre los niveles. Los niños pueden trepar por un banco y subir unas escaleras para llegar a un tobogán desde la plataforma hasta el suelo.Jardín de infancia Fuji por Tezuka Architects

Los tragaluces están integrados en la cubierta, lo que deja entrar luz natural a las aulas de abajo y proporciona a los niños una portilla para mirar a sus compañeros. Cinco gárgolas canalizan el agua de lluvia hacia depósitos de agua, creando cascadas improvisadas para que los estudiantes jueguen durante el clima húmedo.

A nivel del suelo, las puertas correderas permiten que las aulas estén abiertas a los elementos cuando hace buen tiempo. En lugar de paredes divisorias, los arquitectos crearon cajas de tamaño infantil hechas de madera clara con bordes redondeados que se pueden apilar para crear estantes y áreas de exhibición.Jardín de infancia Fuji por Tezuka Architects

Tezuka cree que el diseño estándar de las aulas no es natural y contraproducente para un entorno de aprendizaje positivo. El diseño del plan gratuito fomenta la independencia y la colaboración, sin obligar a los niños a permanecer sentados y en silencio durante largos períodos de tiempo.

Al dejar las aulas abiertas, el sonido de 600 niños crea el nivel de ruido blanco que se encuentra en los entornos naturales. A Tezuka se le ocurrió la idea cuando conoció al compositor y biólogo molecular Tsutomu Ohashi mientras estaba de vacaciones en Bali.

Al volver a escuchar una grabación de una actuación musical indonesia a la que Ohashi lo invitó, se dio cuenta de que el sonido estaba oscurecido por el ruido de la jungla que había podido filtrar inconscientemente mientras miraba el espectáculo.

"Así como un pez no puede vivir en agua purificada, los niños no pueden vivir en un ambiente limpio, tranquilo y controlado", afirmó.

La fotografía es de Katsuhisa Kida.

jueves, 4 de febrero de 2016

ARQUITECTURA CON CRITERIOS/HUMOR



















Las imágenes no son de nuestra creación. Si te interesa su origen, casi todas están firmadas por sus autores, y en nuestra cuenta de Twitter @Arquinatur está indicada la fuente de dónde las hemos sacad

BITACORA DE TRES PROPUESTAS PARA QUIBOR /JOEL SANZ / QUIBOR / VENEZUELA

Obra: Museo Arqueológico de Quíbor “Rufino Tamayo”
Ubicación: Quíbor, Estado Lara. VenezuelaArquitectura: Arq. Joel Sanz
Colaboradores: Arq. José Guerra/Alessandro Laner y Omar Ladera
Año de proyecto: 1996
Año de construcción: 1996 (aún sin concluir)
Ingenierías: Ing. Luis Solís (Estruct.)/ Arq, Gaspar Aranciba (Sanit.)/ Ing. José Rodríguez (Electric.)
Supervisión de Arquitectura: Arq. Joel SanzSupervisión de obra: Instituto del Patrimonio Cultural. IPC
Superficie de terreno: 4.200 mts2Superficie construida: Edif. existente 600 mts2/ planta nueva 3.800 mts2Constructora: Inversora Nagisal, C.A
Museografía: Arq. Joel Sanz/José L. Sánchez y Ant. Luis Molina/Feliz Gil
Diseño Industrial: Arq. José Luis Sánchez
Cliente: Instituto del Patrimonio Cultural. IPC
 “Las memorias descriptivas que acompañan los trabajos que con tantas dificultades uno logra ejecutar, tienen, paradójicamente, la virtud de ser un documento íntimo, por una razón muy sencilla: siendo el más burocrático de los requisitos de entrega de un proyecto, no hay cliente público o privado que las lea. Esta situación, coloca al autor frente a un texto de consumo personal, donde, a pesar de ello, sólo suele explicar de manera ordenada, algunos aspectos considerados importantes para la justificación creíble de las razones por las cuales un proyecto determinado, se propuso de una manera y no de otra”.

 
“Durante el primer periodo docente del año 1988, me interesé en abordar como tema de estudio, el ordenamiento urbano de la Avenida Pedro León Torres, columna vertebral de la estructura vial y de crecimiento de la ciudad en sentido norte-sur. Un espacio urbano de kilómetro y medio que tiene la virtud de poseer en sus extremos los dos templos más importantes de la ciudad, y de albergar, separados apenas dos cuadras, los lotes sobre los cuales se construirán, en el mejor de los casos, los dos museos (…) Aún estoy a la espera de algún interesado en este plan de ordenamiento, que desee elaborarlo y ponerlo en práctica con un solo fin: evitar la destrucción de Quíbor, como ha sucedido con casi todas las ciudades de provincia de nuestro país, o dicho de otra manera, con parte de nuestro patrimonio”.

“No tenía noticia alguna de un museo construido, organizado sobre el esquema de la fragmentación de sus ambientes expositivos dentro de un mismo territorio. Un esquema que obliga al traslado entre partes distantes, percibiendo y disfrutando del exterior conformado entre ellas. No obstante, me temo que carga con dos limitaciones que le son inherentes, y cuya acertada solución, supongo, será el secreto del éxito de cualquier edificio que desee tenerlo como referencia. La primera, la naturaleza y destino de los exteriores conformados; y la segunda, el vínculo entre los exteriores y los edificios que los conforman”.

 
 ”Me llamó poderosamente la atención la desproporción entre la pequeña superficie del edificio existente, opuesta a la gran extensión del lote que lo contenía. Me enteré, durante mi visita, que el edificio ocupado por las instalaciones de la institución, había sido el primer hospital de la ciudad, inaugurado en 1948. Luego, trasladado el hospital a un nuevo edificio, fue ocupado por la “Casa de la Cultura”, hasta que en el año 1966 se le destinó como sede del museo, iniciando su vida pública con más ilusiones que presupuesto”.


“A los cuerpos laterales se le restituyeron algunas paredes que habían sido eliminadas en el continuo proceso de adaptación del edificio a las exigencias funcionales y a los caprichos de cada director. Finalmente, fue eliminado el acceso lateral original y fue sustituido por uno frontal y central como un esquema de vocación simétrica exige. Delante del acceso principal, una pequeña plaza propuesta dentro del proyecto, hace la mediación necesaria entre el museo y la ciudad. Después de cincuenta años, el viejo hospital hacía el tres de agosto de mil novecientos noventa y siete, su franca y definitiva aparición pública”.

“En principio, parecía un edificio al cual no le interesaba lo que le rodeaba. Nada existía originalmente entre su perímetro y los linderos del lote. Pero, su corredor periférico, delataba, dejando de lado su posible pretensión climática, la necesidad de actividad alrededor, o, dicho de otra manera, su capacidad para aceptarla. Surgió entonces la idea, contraria a la del edificio único y afiliada a la familia tipológica poco museística, de fragmentar el programa demandando, en edificios de escala y dimensiones planimétricas similares al existente, con autonomía formal y de funcionamiento”.

 
 
 
“Conocí Quíbor y su museo en Diciembre del año 1994. Buscaba, por una parte, satisfacer la curiosidad de conocer un lugar cuyas primeras referencias fueron a través de noticias de prensa, de los años sesenta, sobre hallazgos arqueológicos en el centro de la ciudad, y por otra parte, reencontrarme con un viejo amigo, a quien en los últimos años comentarios lo ubicaban al frente de la dirección de la institución”.

“Cuando me ha tocado presentar los proyectos en algunas charlas recientes, dentro y fuera de Venezuela, he hecho un comentario contradictorio, pero descriptivo de mi estado de ánimo luego de tres años y medio de trabajo: parece un milagro que en Venezuela se haya llegado con un proyecto cultural hasta donde se ha llegado; pero también, parece absurdo que, llegado hasta su nivel actual, el Estado no asuma la responsabilidad de concluirlo completamente en breve plazo. La única explicación que se me ocurre para esta situación, tan común en el país, e independiente de sus gobernantes, es que la ignorancia de sus alcances y la incomprensión de su importancia, está presente tanto para apoyar su inicio, como para impedir su conclusión”.
Noviembre, 1999

 

Se han mostrado algunos segmentos del texto que escribiera el arquitecto Joel Sanz para acompañar la presentación del proyecto. El texto completo digitalizado en PDF puede descargarlo aquí: Bitácora de tres propuestas para Quíbor. Joel Sanz. Nota: se abrirá una segunda ventana donde hay que volver a hacer “click” y automáticamente el archivo en pdf. Esta operación podría tardar unos minutos.


 
Todas las fotografías del slide pertenecen a V. Sánchez Taffur


Joel Sanz Pino 
Nace en Caracas el 23 de noviembre de 1947. Egresa de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo en marzo de 1970. Inició su actividad docente en 1972, cuando funda junto a Carlos Gómez de Llarena, Pablo Lasala y Jacobo Koifman, la Unidad Docente 9 de la cual fue Coordinador desde el año 1985 hasta el año 2005.
Durante su actividad docente ha sido profesor de Historia de la Arquitectura Moderna desde 1980 hasta 1984, profesor invitado al Taller de Diseño Inter-facultades de la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Chile en Santiago de Chile en el año 1998, profesor de la Maestría de Diseño Urbano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo en el año 2000 y en noviembre del año pasado fue Profesor Visitante de la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Como profesor de la asignatura Diseño sus alumnos han obtenido 21 premios Axis, 8 premios únicos y 13 menciones. 
Comienza su actividad profesional colaborando, con Carlos Gómez de Llarena en el desarrollo del proyecto de una Residencias para ancianos en Caraballeda para la Fundación Planchart, y posteriormente, en 1975, se une como socio de la firma S+P+A, Arquitectos, C.A., a Juan Carlos Parilli y Francisco Arocha. Ha participado en gran cantidad de proyectos de diferentes escalas, y en gran cantidad de concursos de arquitectura. Ha ganado cuatro primeros premios, un segundo premio y cuatro menciones honoríficas.
Entre sus proyectos recientes destacan: Un hotel turístico en Maturín, Estado Monagas, un conjunto de viviendas en Maracay, Estado Aragua, un gimnasio vertical en el Municipio Chacao, y el Centro de Tenis de Campo de la Ciudad Universitaria de Caracas, todos elaborados entre el año 2007 y el año 2009. Actualmente trabaja en el proyecto para un conjunto de viviendas vacacionales en la población de Osma del Estado Vargas. 
Ha publicado artículos en el primer período de vida de El Diario de Caracas, en las publicaciones del desaparecido Instituto de Arquitectura Urbana, del cual fue fundador en el año 1979, en la revista Memoriales del Instituto del Patrimonio Cultural, en la desaparecida revista del Colegio de Arquitectos, y en la revista Punto de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Fue articulista, promotor y coordinador de la publicación: “Carceri d´ Invenzione, v 2.0”, que incluyó los proyectos de titulación de sus alumnos en el primer período académico del año 2005. 
En el año 2000 fue distinguido, por el Consejo Nacional de la Cultura CONAC, con el Premio Nacional de Arquitectura. Por resolución del Instituto del Patrimonio Cultural del 20 de febrero del año 2005, fue declarado “Bien de Interés Cultural” del Municipio Brión del Estado Miranda, en el capítulo de la creación individual.
por:Sánchez Taffur 

REGLAS PARA DISEÑAR ESPACIOS PUBLICOS INNOVADORES/ARTICULO/CHRISTELE HARROUK

  Unidad Común / Rozana Montiel | Estudio de Arquitectura. Imagen © Sandra Pereznieto Escrito por  Christele Harrouk Publicado el 28 de febr...